Nibbana o Nirvana

Del artículo Otras enseñanzas importantes, por Anton Baron.

El camino del Buda tiene como la última meta la extinción del sufrimiento (dukkha) o el Nibbana (conocido en el Occidente más como Nirvana, del sánscrito). En el original pali, esta palabra se compone de una partícula negativa “ni” y “vana”, que significa “deseo”, de modo que podría traducírsela cliteralmente omo “estar libre del deseo”. Como ya se había explicado, según la enseñanza budista ,es el deseo precisamente el que origina el sufrimiento, por ende, el Nibbana sería también la liberación del deseo y el sufrimiento.

Es difícil, sin embargo, explicar positivamente en qué consiste dicho estado, ya que el mismo se escapa del lenguaje conceptual humano. Según los tradicionales comentarios de las escrituras budistas, el Nibbana consiste, principalmente, en la liberación de los “tres fuegos” que son: la codicia, el odio y la falsa ilusión. Sin embargo, como estas indicaciones sobre lo que es Nibbana, casi siempre se expresan en términos negativos, algunas personas concluyen que de lo que trataría aquí , sería una especie de aniquilación nihilista. Esto, sin embargo, no está de acuerdo con la enseñanza del mismo Buda, quien advirtió que esta interpretación de Nibbana es equivocada. Por otro lado, el Buda tampoco estuvo de acuerdo con la descripción de este estado en términos de la “vida eterna”, pues esto significaría aceptar la perpetuación del “yo” e iría en contra de su doctrina de anatta (la no-existencia del “yo”).

Si no es aniquilación, tampoco la vida eterna, ¿qué es, entonces, el Nibbana? Indudablemente, tratándose de una experiencia más bien mística, nuestro lenguaje dualista necesariamente quedaría corto e insuficiente para expresar semejante realidade. Lo que nos queda, entonces, son las analogías, que por más que generalmente sean vagas e imperfectas, muchas veces resultan más claras que las divagaciones filosóficas. En este sentido, quizá llegar al Nibbana podría ser algo parecido a lo que le había pasado a una muñeca de sal, descripta en uno de los cuentos de Anthony de Mello:

Una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme, hasta, por fin, llegó al mar.

Quedó fascinada por aquella móvil y extraña masa, totalmente distinta de cuanto había visto hasta entonces.

“¿Quién eres tú?, le preguntó al mar la muñeca de sal.

Con una sonrisa, el mar le respondió: “Entra y compruébelo tú misma”.

Y la muñeca se metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba disolviéndose, hasta que apenas quedó nada de ella. Antes de que se disolviera el último pedazo, la muñeca exclamó asombrada: “¡Ahora ya sé quién soy!” (2003 :132).